Al fin nos encontramos,
a solas
cara a cara,
impacientes por reconocer,
en busca de una calma que quizá nunca retorne.
en busca de una calma que quizá nunca retorne.
Yo te pregunto sobre el pasado,
y tú me susurras un nombre,
imperceptible.
imperceptible.
Yo aterida por el futuro,
y tú me salpicas con espuma.
Tú, aparentemente yerto,
y a la vez infestado de vida,
hoy reflejo de cielo gris,
y realmente transparente.
Tú, aparentemente yerto,
y a la vez infestado de vida,
hoy reflejo de cielo gris,
y realmente transparente.
Tú me regalas huida,
y te sigo,
sin conocer respuesta,
pues la marea te aleja,
y te sigo,
sin conocer respuesta,
pues la marea te aleja,
te huelo,
te escucho,
casi consigo sentirte,
te escucho,
casi consigo sentirte,
adentrarme en tí,
pero aún no es momento,
quizá en el estío o a final de primavera,
pueda,
sentir tu humedad,
sentir tu humedad,
y embadurnarme en tu salitre.